El credo de Santo Domingo Savio

por | Abr 12, 2024 | Blog, Domingo Savio | 0 Comentarios

Credo de Domingo Savio

Creo en la alegría como un regalo de Dios. 
En los patios polvorientos del oratorio de Valdocco,
donde mis amigos corretean y ríen, encuentro a Dios. 
La risa sincera y el juego son caminos hacia la santidad.
No necesitamos ser serios todo el tiempo; 
Dios también se encuentra en las risas compartidas.

Creo en Jesús, mi amigo y hermano mayor. 
Él no es solo una figura lejana en los altares, 
sino alguien con quien puedo hablar en mis pensamientos y en mis sueños. 
Jesús me enseñó a amar a los demás, a perdonar y a ser valiente. 
Cuando estoy solo, sé que nunca estoy verdaderamente solo, porque Él está conmigo.

Creo que la verdadera grandeza radica en servir a los demás. 
No importa si soy el más inteligente o el más fuerte; 
lo que importa es cómo trato a los demás. 
Ayudar a los compañeros de clase con sus tareas,
cuidar a los enfermos y dar una sonrisa a quienes están tristes: 
eso es lo que Jesús espera de mí. 
La caridad no es solo dar limosna, sino dar mi corazón.

Creo en la pureza como un tesoro. 
No es fácil resistir las tentaciones, 
pero quiero ser como un lirio blanco en el jardín de Dios. 
Rechazo las malas palabras, las malas compañías y los pensamientos impuros.
No soy perfecto, pero lucho cada día para ser mejor. 
La pureza es mi armadura contra el mal.

Creo en María, la dulce madre de Jesús. 
Ella es mi guía y protectora.
Cuando tengo miedo o estoy triste, rezo el Ave María y siento su cercanía. 
María me enseña a decir “sí” a Dios, incluso cuando no entiendo todo. 
Ella es la luz que me guía hacia Jesús.