BIEN

  •  Ser bueno no consiste en no cometer ninguna falta, sino en saber enmendarse. (VI, 322).
  •  Nuestra vida es tan fugaz, que apenas nos alcanza el tiempo para hacer el bien. (Mamá Margarita, I, 77).
  •  El sacerdote para hacer mucho bien necesita unir a la caridad una fuerte dosis de amabilidad. (III, 49).
  •  Para hacer el bien se necesita valor, estar dispuesto a sufrir cualquier mortificación, no hacer sufrir nunca a nadie, se siempre amable. (III, 52).
  •  Siempre se debe preferir el bien general al particular. Nuestro beneficio particular no debe tomarse en cuenta cuando se trata del bien común. (XVII, 660).
  •  La mejor manera de adquirir méritos consiste en hacer el bien sin mirar a quien, cada vez que esté a nuestro alcance, sin esperar recompensa del mundo, sino de Dios solamente. (VII, 418).
  •  Nunca suprimas el bien para impedir un mal. (XI, 203).
  • Cuando se trate de hacer el bien, no te fijes en ningún interés material. (XIII, 286).
  • Cuando se trata de practicar el bien, los mundanos encuentran siempre muchas dificultades. (XIII, 232).
  • Por mucho que nos critiquen sigamos nuestro trabajo adoptando el siguiente sistema y precioso lema: obrar bien y dejar a la gente que hable. (XII, 286).
  • Para que nuestras obras sean meritorias: expongamos la verdad, concretémonos a los hechos, y no entremos nunca en polémicas. (XIII,883).
  • Las buenas obras es mejor hacerlas cuanto antes. (XV, 601).
  • A los niños se hace mucho bien tratándolos siempre con amabilidad. Hay que amarlos y estimarlos a todos por igual, aunque alguna vez que otra no lo merezcan (XIII, 286).