JUVENTUD

  • La salvación del alma depende ordinariamente de la juventud. (BAC. 669).
  • Si tus padres u otras personas de autoridad, quisiesen desviarte del camino a que Dios te llama, recuerda, que antes se debe obedecer a Dios que a los hombres. (BAC. 680).
  • El lazo principal que el demonio tiende a la juventud, es el ocio, origen funesto de todos los vicios. (BAC. 681).
  • Mis queridos jóvenes, no os recomiendo penitencia, ni disciplinas, sino Trabajo, Trabajo, Trabajo. (IV, 216).
  • El que lleva mala vida en su juventud, continúa generalmente así hasta la muerte, yendo a parar inevitablemente en el infierno. (BAC. 669).
  • Hay tres clases de compañeros: unos buenos, otros malos, y otros, en fin, que no son ni lo uno ni lootro. Debéis procurar la amistad de los primeros; ganaréis mucho huyendo completamente de los segundos; en cuanto a los últimos, tratadlos cuando os sea necesario, evitando toda familiaridad. (BAC. 682).
  • El alma juvenil es su período de formación necesita experimentar la influencia benéfica, la dulzura que puede darle la comprensión sacerdotal. (XVI, 169).
  • No pienses que vives en este mundo para divertirte, enriquecerte, comer, beber y dormir, como los animales privados de razón; pues el fin para el que has sido creado, es infinitamente más noble y más sublime, esto es: paraamar y servir a Dios en esta vida y así salvar tu alma. (BAC. 686).
  • El más valioso sostén de la juventud es el Sacramento de la Comunión y la Confesión. (XI, 145).
  • Créanmelo, quien es devoto del Santísimo Sacramento, es decir, que va con frecuencia a hacer santas comuniones y visitas a Jesús enel Tabernáculo, ése tiene una prenda segura de su eterna salvación.
  • La juventud dejada a su suerte, si no encuentra comprensión a su debido tiempo, será azote para la sociedad, e irá a llenar las cárceles. (XIII, 184).
  • En la comunión frecuente se encuentra luz, fuerza y santidad. (XVI, 182).
  • Los hábitos adquiridos en la juventud, por lo general, duran toda la vida. (III, 607).
  • Es muy difícil arrancar un vicio que se haya adquirido en la juventud. (XII, 585).
  • Cuando oigáis algún sermón, tratad de recordarlo durante el día; y en la noche, antes de acostaros, detenéos un instante a reflexionar sobre lo que habéis oído. De esa manera sacaréis gran provecho para vuestra alma. (BAC. 673).
  • Los consejos de tus superiores sean reglas de tus acciones. (IX, 35).
  • La familiaridad con malos compañeros os expone a graves peligros. (II, 395).
  • Se llama mal compañero, aquel que de alguna forma os da ocasión de ofender a Dios. (XIII, 800).
  • El arma más peligrosa que utiliza el demonio en contra de las personas consagradas al Señor, es la juventud. (IX, 922).
  • Un joven perezoso, indisciplinado, será un joven desgraciado. (VII, 599).
  • Los jovencitos son la delicia de Jesús y María. (XVIII, 862).
  • Si comenzáis a ser buenos desde la infancia, lo seréis mientras viváis en el mundo. (BAC. 669).
  • Los niños son como un precioso depósito que Dios nos ha confiado. (XI, 390).
  • Antes de los doce años no hay niños malos, después de los dieciocho, ya es muy difícil reformarlos de sus vicios. (IV, 736).
  • He consagrado mi vida a la juventud, porque de su educación depende la felicidad de una nación. (XII, 700).
  • Temor de Dios y frecuencia de Sacramentos: he aquí lo que obra milagros entre la juventud. (XI, 221).