PROVIDENCIA

  • Evitad, al oir la Palabra Divina, las sugestiones del demonio, que os engaña diciendo: «esto lo dice por fulano, aquello por zutano». (BAC. 673).
  • La Divina Providencia se encargará de tomar a su debido tiempo la defensa de los inocentes. (II, 536).
  • Hagamos nosotros todo lo que esté a nuestro alcance y el Padre de la Divina Misericordia suplirá lo que falte. (II, 534).
  • Dios no abandona a ninguno; quien a Él recurre con el corazón limpio del pecado y con la oración bien hecha, obtendrá todo lo que necesite. (V, 160).
  • ontentémonos con poco, dejemos lo bello y lo cómodo, y seremos bien vistos y ayudados por la Divina Providencia (IV, 473).
  • Cuando sepamos ahorrar aún el centavo, no desperdiciando sin necesidad o inútilmente, la Divina Providencia estará dispuesta a ayudarnos. (V, 671).
  • Pongámonos en las manos de Dios con toda confianza, recemos y todo saldrá (V, 850).
  • Tengo la siguiente norma para todas mis empresas. Primero busco el bien que redunde a la mayor gloria de Dios y a la salvación de las almas; y luego, sigo adelante con seguridad; el Señor nunca dejará faltar su divina asistencia. (VI, 586).
  • Me consta por experiencia que en las dificultades y persecuciones, cuanto más faltan los medios humanos, tanto más ayuda Dios. (VII, 319).
  • Si nosotros comenzamos a atesorar y guardar, la Providencia nos vuelve las espaldas. (X, 99).
  • Confío siempre ilimitadamente en la Divina Providencia, que quiere ser respaldada por nuestros esfuerzos. (XI, 55).
  • El Señor en las grandes necesidades proporciona grandes ayudas. (XIII, 626).
  • ¡Somos insignificantes!. Es conveniente dejar todo en las manos del Señor. Él, que lo permite todo, sabrá destruir los perversos designios de los perseguidores. Entre tanto, recemos y no temamos. (VI, 691).
  • Me preguntáis ¿qué hay que hacer para conseguir la ayuda de la Divina Providencia?. Dios mismo lo dice: «Dad y se os dará, la fe sin buenas obras es una cosa muerta». (XVII, 893).