RELIGIÓN

  • Hay que popularizar lo más que se pueda el conocimiento de la Sagrada Biblia, que es el fundamento de nuestra religión porque nos resulta más fácil acomodar la narración sagrada a la enseñanza de la moral y del dogma . (V,253).
  • No se debe obligar a nadie a recibir los Sacramentos de la Confesión y Comunión. Cada uno acérquese a ellos libremente, por amor y no por temor. (III, 162).
  • Donde no hay religión, todo se degenera en inmoralidad y deshonestidad. (VII, 252).
  • Sin religión no hay verdadera ciencia, no existe moralidad ni educación. (X, 1012).
  • El catecismo de los Oratorios Festivos es la única tabla de salvación para la juventud desenfrenada. (XIV, 541).
  • Únicamente la religión es capaz de dar pleno cumplimiento e influir en la gran obra de la verdadera educación. (III, 605).
  • La verdadera religión no consiste solamente en palabras; hace falta demostrarla con obras. (VI, 144).
  • La religión siempre fue considerada como el único sostén de la sociedad humana y de las familias: donde no hay religión no existen ni moralidad ni orden. (VII, 252).
  • El principio de la autoridad Divina en su cabeza visible, es la base de nuestra santa religión católica. (VII, 397).
  • Sostengo que sin religión no se puede obtener absolutamente nada entre la juventud. (XIII, 557).
  • Amad, respetad, practicad nuestra santa religión; esa religión en la cual yo os he educado y os he preservado de los peligros del mundo; esa religión que nos consuela en las penas de la vida y nos conforta de la muerte; esa religión que nos abre las puertas de la felicidad sin fin. (XIV, 511).
  • La religión es el único sostén en las miserias y aflicciones de esta vida, pues únicamente ella nos asegura una felicidad verdadera después de la muerte. (XVI, 245).